En la infancia disfrutaba del cine como un medio de diversión
y distracción. Hoy en día aún recuerdo algunas películas de dibujos animados que
marcaron esa etapa de mi vida.
El ejemplo más claro es el Rey León; la película ideal para todo niño, desde el primer minuto hasta el último, la música, los animales, las voces.
A medida que iban pasando los años mi idea sobre el cine fue cambiando. En la actualidad me atrevería a decir que es un recurso para el conocimiento de las personas. El dialogo y las historias tan variadas; todas nos muestran algo nuevo, algo que no habíamos visto.

Concluyo diciendo que soy partidario del cine como a gran creador de valores y sueños. Un mundo transmisor de fantasías.
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